“En nuestra propuesta la carga trágica recae en Fedra. No puede no amar a Hipólito. Asume su error trágico, y se quita la vida. Un repaso a los títulos de las dramaturgias de Esquilo, Sófocles y Eurípides nos llevará a la conclusión de que todos son, o héroes/heroínas colectivos (Persas, Troyanas…), o individuales (Edipo, Medea…). La versión que escribimos a cuatro manos Isidro Timón y yo se inspira en las dos composiciones de Eurípides, la fracasada y la exitosa, teniendo en cuenta la Fedra de Sófocles y racionalizando la relación pasional, emocional y sexual, entre un hombre y una mujer que, más allá de la relación social, madrastra-hijastro, eran dos jóvenes de edades similares. Siempre desde el inmenso respeto que inspira un autor que ha sido capaz de sobrevivir al tiempo con tanta frescura.”